Escrito por: Mg. Álex Cárdenas

Coordinador de la Escuela de Marketing de

la Universidad Internacional del Ecuador

El 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento como una acción para impulsar el espíritu emprendedor y, al mismo tiempo, como una oportunidad para reconocer la valentía de quienes deciden emprender.

El rol del emprendedor se enfoca en la dinamización de la economía local por su capacidad de generar oportunidades de empleo, compra de materias primas, entre otros. Muchos han encontrado en el emprendimiento no solo una fuente de ingresos, sino una forma de vida, una plataforma de impacto y una herramienta de cambio social.

Desde mi experiencia como emprendedor, he tenido la oportunidad de experimentar escenarios de oportunidad, pero también de vulnerabilidad. Por eso, en este día, es fundamental hacer eco del gran trabajo que se genera desde el sector emprendedor.

Para quienes están leyendo este artículo, quiero contarles que emprender es un mundo apasionante que permite el desarrollo personal y profesional. Ninguna otra profesión, creo yo, logra esto en un ser humano.

Emprender fortalece la seguridad personal, las habilidades de expresión oral, inteligencia emocional y entrena para actuar tanto en escenarios de oportunidad como de crisis. Además, exige preparación continua y reinvención.

No se trata solo de tener una idea brillante, sino de saber cómo conectarla con el mercado y, lo más importante, cómo gestionarla. Para mí, en la gestión y la visión está la verdadera propuesta de valor: se puede tener un producto muy útil, pero si no se sabe cómo venderlo, cómo conectarlo con otros mercados o cómo captar la atención del cliente, terminará siendo un fracaso.

Las desventajas de emprender son muchas, pero te voy a contar la más importante: la soledad. Encontrarte en un entorno competitivo, sin saber dónde encontrar información, apoyo o guia, puede hacer que emprender sea complicado.

Para disminuir este impacto, existen organizaciones que acompañan al emprendedor, tanto a nivel nacional como local. En Loja, está EMPRENDEC, un centro de innovación social del cual tengo el agrado de ser cofundador. Brindamos asesoría, mentoría y formación a través de escuelas enfocadas en competencias clave para el emprendedor.

También esta la Mesa de Emprendimiento de Loja, que cumple un rol importante en la articulación del ecosistema, logrando la colaboración entre el gobierno local, la academia, el sector empresarial, la ciudadanía y el gobierno nacional. No es fácil crear un espacio de oportunidades si no existe convergencia entre sus actores.

Desde la academia también se brinda apoyo constante para lograr que los nuevos profesionales salgan con competencias emprendedoras. En la UIDE campus Loja, dentro de la Business School donde tengo la oportunidad de ser docente, se cuenta con el eje de emprendimiento e innovación que permite a los estudiantes desarrollar habilidades empresariales, prototipos, realizar simulaciones comerciales y titularse con proyectos empresariales, cada año incubamos apróximadamente 60 ideas de las cuales el 30% salen al mercado y les brindamos acompañamiento. La UTPL cuenta con un Parque Científico y Tecnológico, donde se articulan servicios para emprendedores, innovación empresarial y programas de incubación como Prendho, una de las incubadoras más reconocidas del país. La Universidad Nacional de Loja cuenta con un espacio de coworking donde se gestan ideas de negocio enfocadas en la producción del sector rural y de los distintos cantones de la provincia.

Loja ha crecido aceleradamente como un ecosistema emprendedor y aporta mucho al país. Tenemos empresas agroindustriales que están impactando en el mundo, empresas de tecnología que han logrado internacionalizarse, y muchas más en proceso de consolidación.

Para que Ecuador se convierta en un país de condiciones para emprender, aún falta mucho, pero vamos por buen camino. El reto esta en generar condiciones para el desarrollo de los negocios, capaces de convertirse en unicornios y referentes regionales. Para alcanzar esta meta, el Gobierno Nacional y Gobiernos locales deben fortalecer sus capacidades de atención, simplificar la tramitología creando la ventanilla única del emprendedor, potenciar al Ministerio de Producción y diseñar estrategias que mejoren la atención y soporte a emprendimientos por oportunidad como por necesidad.

Por eso, en este día, a cada emprendedor hay que decirle: gracias por creer, gracias por no rendirse y gracias por mostrar que un nuevo Ecuador es posible.

Hoy más que nunca, emprendamos con propósito, con impacto, con visión. Y que el 16 de abril no sea solo una celebración, sino un compromiso renovado para seguir construyendo el país que soñamos.