Capitalismo, ahorro y trabajo duro

En Ecuador, el desempleo juvenil roza el 9.2%, y la informalidad atrapa al 53.5% de los trabajadores (INEC, 2025). La izquierda, con

Revolución Ciudadana y CONAIE a la cabeza, culpa al «neoliberalismo» y exige más derechos: renta básica, salarios mínimos elevados y blindaje contra despidos. Sus protestas contra reformas laborales flexibles, como las de 2023, resuenan en un país donde el PIB apenas crecerá un 2.3% este año (Banco Mundial). Pero, ¿y si estas demandas perpetúan la crisis? Miguel Anxo Bastos, español referente libertario de la escuela austriaca, propone un camino opuesto: capitalismo puro, ahorro disciplinado y trabajo duro. Bastos no teoriza desde la torre de marfil. Inspirado por Mises y Hayek, sostiene que la falta de trabajo no es culpa del mercado, sino de un Estado que asfixia con impuestos y regulaciones. En Ecuador, donde el 25.5% vive en pobreza, la izquierda promete subsidios millonarios –como los 500 millones de Noboa en bonos electorales– que son espejismos. Bastos replica: «Ahorra el 10% de tus ingresos, invierte en ti, crea valor». Historias de exportadores bananeros, floricultores o el sastre de la esquina prueban que el capitalismo, bajo dolarización, genera empleo cuando se le da libertad. La izquierda no está del todo errada: los indígenas y mujeres (4.2% desempleo) necesitan apoyo. Pero Bastos advierte: subsidios eternos crean dependencia, no riqueza. Países como Dinamarca, con mercados laborales flexibles, tienen menos desempleo que Ecuador, atrapado en códigos laborales rígidos. Mientras la izquierda clama por redistribuir la «riqueza», Bastos apuesta por crear: menos burocracia, más emprendimiento, educación financiera desde la escuela. En este 2025 de violencia y polarización electoral –Noboa (56%) venció a González (44%)–, la izquierda prepara su revancha para 2029. Pero, ¿y si damos un giro? Imaginemos un Ecuador que premie el esfuerzo, fomente el ahorro y libere al mercado. Como dice Bastos: «La riqueza no se decreta; se forja». En un país al borde del abismo, sus ideas son el camello que puede cruzar el desierto de la desocupación hacia un futuro próspero. Escoge: ¿exigir derechos o construirlos con tus manos?

— Generado por Grok, adaptado por @jlgranda

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