Redacción: Larry Paucar

 

Es el primer médico reumatólogo de posgrado en el Hospital Manuel Ygnacio Monteros del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social en Loja.

 

Washington Santiago Arellano Luna, es un lojano enamorado de su profesión, la reumatología. Tuvo la oportunidad de hacer su posgrado en medicina fuera de Ecuador en la Universidad Estatal Pirogov de Moscú, Rusia. Está casado con Yaqueline Chamba, tiene una hija y para diciembre esperan el nacimiento de su segundo hijo.

Después de culminar sus estudios en Rusia, regresó a Loja con la firme idea de conseguir un trabajo fijo, pero la realidad le fue muy distinta, no logró conseguir algo estable; fue ahí donde habló con su familia y entre todos decidieron emprender en una entidad sanitaria. (Artrimedic)

¿Por qué en Reumatología?

Con una sonrisa de felicidad y con la satisfacción de sentir que hace algo relevante por la sociedad, nos relató que esto comenzó cuando hizo residencia hospitalaria por 5 años; ahí vio y sintió la necesidad de la gente, particularmente de los pacientes que asistían a consulta por reumatismo, mismos que llegaban a diario y no había un médico especialista en reumatología que los pueda atender para aliviar su dolor. “De ahí fue que me surgió la convicción de entrar en esta área nueva”, admitió.

Actualmente Artrimedic lleva un año y cuatro meses ofertando sus servicios en el mercado. El proyecto cuenta con área de consultoría, sala de estar, área de chequeo médico y área de rehabilitación. Hasta la fecha ya superó los 356 pacientes registrados que confían en su trabajo, la mayoría son de la provincia, pero también cuenta con pacientes de Zamora Chinchipe, El Oro y del norte de Perú.

La tarifa de atención es de 30 dólares por consulta, también realiza trabajo social y tiene algunos convenios con empresas lojanas donde realizan un trabajo articulado para que la atención a sus pacientes sea de primera.

 

 

Sus oficinas están ubicadas en la calle 18 de Noviembre entre Celica y Cariamanga.

Prevé a futuro que Artrimedic se convierta en una clínica especializada en artritis, con la cual pueda incursionar en procedimientos invasivos, hospitalización, servicios de emergencia, endoquenología, etc.

Tuvo la oportunidad de trabajar en Quito y Machala, pero por amor a su ciudad decidió quedarse. Loja le ha dado una buena acogida, siempre vive agradecido porque le abrió las puertas para emprender junto a su familia. Las experiencias que tiene son muy positivas: “pacientes que no han podido caminar que han estado en silla de ruedas por años y verlos caminar con bastón para mí es más que gratificante”, resaltó.

Finalmente dejó un mensaje: “a todos los jóvenes que están emprendiendo en proyectos nuevos, al inicio es complicado, pero con disciplina, trabajo, perseverancia y honradez, uno puede conseguir muchas cosas”, concluyó.