ALVARO ORTEGA SAMANIEGO: LA NUEVA GENERACIÓN DE LIDERAZGO SOCIAL Y JURÍDICO QUE NACE DESDE LOJA

A sus 22 años, el lojano Álvaro Josué Ortega Samaniego encarna una mezcla poco común de convicción, servicio comunitario y ambición política. Abogado de profesión y actual representante estudiantil en la FEUE de la Universidad Nacional de Loja (UNL), Ortega ha construido un perfil que trasciende su juventud y se sostiene sobre una premisa clara: trabajar por las causas justas y por quienes históricamente no han tenido voz.

Una vocación heredada y un camino académico en ascenso

Su vínculo con el Derecho no fue casual. Desde niño observó de cerca el trabajo de su abuelo, el Dr. Víctor Hugo Samaniego Castro, una figura que sembró en él la pasión por la justicia. “Me di cuenta que desde mi profesión puedo ayudar a los más vulnerables a exigir el respeto a sus derechos”, afirma. Ese despertar temprano se convirtió en una motivación profunda para formarse y continuar creciendo.

Su recorrido académico es sólido. Se graduó como tecnólogo en Administración en el Instituto Universitario Bolivariano, obtuvo el título de abogado en la UNL en 2024, y actualmente se encuentra en proceso de titulación de la maestría en Derecho Constitucional, también en la Universidad Nacional de Loja. A ello suma un Diplomado en Diseño de Políticas Públicas obtenido en la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo, en México.

Su liderazgo estudiantil tampoco es reciente: durante su etapa colegial en el Bernardo Valdivieso fue presidente y vicepresidente del consejo estudiantil en años consecutivos, un preludio de su actual rol en la representación universitaria.

Servicio comunitario: la esencia de su ejercicio profesional

A pesar de su corta edad, Ortega lleva un año en el libre ejercicio de la profesión. Ha trabajado como asistente administrativo en el Instituto Bolivariano y en un estudio jurídico privado, experiencias que fortalecieron su aproximación humana a los procesos legales.

Hoy, recorre barrios, comunidades y distintos sectores de la ciudad para ofrecer asesoría jurídica gratuita a personas sin recursos. Su motivación es clara: “Lo que más me gusta es servir, ver que la gente al final tenga una sonrisa y sentirse respaldada”.

Sin embargo, reconoce que uno de los desafíos más dolorosos es no contar todavía con una red suficiente de profesionales que permitan ampliar esa ayuda. “Han habido veces en que no se puede dar solución a muchas situaciones, y eso es lo más triste. Es un reto personal poder reunir a más abogados que quieran apoyar”.

Luchas sociales y construcción de sueños

Su participación en espacios de incidencia también ha marcado su trayectoria reciente. Uno de los momentos que más recuerda es su participación en el Cabildo de Loja, donde junto a la ciudadanía se opuso al incremento de la tarifa del transporte urbano. Asimismo, ha trabajado en la elaboración de estatutos, estructuras organizativas y proyectos de vinculación social.

“Tengo la alegría de haber ayudado a construir sueños desde mi profesión”, dice con convicción. Viajar por distintas ciudades del país para crear alianzas nacionales también le ha permitido entender la diversidad del Ecuador y las múltiples realidades que requieren atención urgente.

Una visión de país y una meta que no oculta

Álvaro Ortega no evade su mayor aspiración: ser presidente de la República del Ecuador. Lo menciona sin jactancia, pero con la convicción de quien ha definido un horizonte y sabe que el camino se construye desde ahora.

Para él, gobernar tiene sentido solo si es para transformar vidas. Por eso sueña con crear un departamento de ayuda legal gratuita, capaz de brindar patrocinio a quienes no pueden costear un abogado. Su mirada está puesta en los sectores más vulnerables: “Quiero ver un Ecuador más justo, donde todos puedan cumplir sus sueños; donde nadie tenga que decir que no pudo”.

Vida personal y valores de raíz

Fuera de su profesión, Ortega disfruta de la compañía de su familia y amigos, de leer y de jugar fútbol. Son espacios que le permiten equilibrar la exigencia diaria con las relaciones humanas que considera esenciales en su vida.

La gratitud también marca su discurso. Reconoce el respaldo ciudadano que ha recibido en cada lucha emprendida y asegura que esa confianza es el mayor motor para continuar.

Un joven que mira lejos sin desligarse de su tierra

Con apenas 22 años, su historia demuestra que el liderazgo no necesita edad, sino propósito. Y el suyo está claro: servir, construir justicia y abrir caminos para quienes han sido históricamente excluidos.

Su presencia en redes sociales —Instagram: @alvaro_ortega_samaniego | Facebook: Álvaro Ortega Samaniego | TikTok: @alvarojosueortega— complementa su trabajo en territorio, acercándolo a más jóvenes y generando diálogo sobre las problemáticas que afectan a la comunidad.

Álvaro Ortega Samaniego es parte de una nueva generación que no solo quiere cambiar la realidad, sino que ya comenzó a hacerlo desde el primer día en que decidió dedicar su vida a las causas justas.

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