Con apenas 5 años de edad, Max Emiliano Landázuri Rojas ya acumula más medallas y trofeos que muchos deportistas adultos en toda su vida. Nacido en Loja, este pequeño ciclista ha convertido su amor por la bicicleta en una auténtica pasión que lo ha llevado a brillar en escenarios deportivos nacionales e internacionales.
Su historia sobre dos ruedas empezó casi de manera natural. “Lo que me motivó a practicar este deporte fue el amor a la bicicleta”, cuenta Max con la sencillez propia de un niño, pero con la determinación de un campeón. Apenas lleva dos años entrenando de manera formal, pero en ese corto tiempo ha logrado lo que para muchos es un sueño lejano: 65 podios en distintas competencias, entre ellas títulos continentales que llenan de orgullo a su familia y a la provincia de Loja.
Un palmarés que impresiona
Los triunfos de Max son tan largos como inspiradores. Fue campeón en la Copa Latinoamericana 8vo Round 2024 en Buenos Aires, vicecampeón en el 7mo Round de la misma copa, y se coronó campeón en la Copa Iberoamericana BMX Race 2024 en Lima, Perú. También conquistó el primer lugar en el Campeonato Nacional Copa FEC Walkbike 2024, y ha subido al podio en decenas de competencias locales y nacionales.
Su disciplina es asombrosa. Sus entrenamientos incluyen velocidad, fuerza, flexibilidad, resistencia, agilidad, y hasta una nutrición especializada. Aunque es apenas un niño, se prepara como un verdadero deportista de alto rendimiento.
Más allá de las pistas
Pero Max no solo está enfocado en ganar. Practicar ciclismo le ha enseñado valores fundamentales. “Al practicar deporte en equipo, Max aprende valores como el compañerismo, el trabajo en grupo y la superación personal, que aplica en su día a día con familiares y amigos”, cuenta su familia, orgullosa de verlo crecer no solo como atleta, sino como ser humano.
Detrás de cada pedalazo están sus mayores impulsores: sus padres, quienes lo acompañan en cada entrenamiento y lo alientan en cada competencia, sea en Loja, en otras ciudades del Ecuador, o en escenarios internacionales.
Sueños sobre dos ruedas
Aunque Max es todavía un niño, tiene muy claras sus metas. “En el futuro me veo en pistas nacionales e internacionales, ubicado entre los grandes ciclistas del BMX y siendo un ejemplo a seguir para los demás niños que me siguen”, dice con esa mezcla de inocencia y firmeza que lo caracteriza.
Si algo queda claro es que Max Emiliano Landázuri Rojas es mucho más que un pequeño ciclista: es un símbolo de esfuerzo, disciplina y pasión, un ejemplo para otros niños y un orgullo para Loja. Y aunque todavía le queden muchos kilómetros por recorrer, su futuro ya luce tan brillante como el oro de sus medallas.