UN ALTO A LA VIOLENCIA

Imagino que se lo que significa vivir y morir como no violento, pero me hace falta demostrarlo mediante un acto perfecto expresa Gandhi político y pensador indio, considerado como uno de los personajes más ilustres de la humanidad. No es para nada indiferente que diariamente los medios televisivos, digitales, radiales y escritos publiquen cotidianamente crónica roja con los hechos más desastrosos e incomprensibles que se han convertido prácticamente en el temor diario de las personas, inquietando su integridad física y emocional. Violencia sinónimo de actos reprochables, indolentes e inadmisibles, lo más cruel de todo es provocada por el mismo ser humano.

Frente a ello se hace imprescindible acercarnos al conocimiento, concientización y principalmente a la vivencia de la no violencia en la humanidad como un primer paso direccionado a la reconciliación primero con nosotros mismos y así mejorar las relaciones con nuestro entorno familiar y social. Sin embargo la intolerancia, poder inmoral y el ser apáticos ante el dolor de los demás, no son mas que el resultado lamentable de la desenfrenada violencia que desde hace muchos años atrás ha ocasionado y sigue generando actos reprensibles en la vida del ser humano que ha sido escenario de los actos más crueles, que como consecuencia dejan en la colectividad una marca lacerante de impotencia, sufrimiento e injusticia en las personas que por deshumanización de mentes inescrupulosas e inhumanas dejan secuelas difíciles de superar en algunos y en otros efectos irremediables .

Edifiquemos un conglomerado social basados principalmente en el amor a Dios, paz, benevolencia y ser consecuentes con nosotros y con los demás lo que realmente le hace falta al mundo para ser el entorno en el que todos soñamos vivir; en esta ardua y empática tarea no debemos estar solos la unión de organizaciones defensoras de los derechos humanos, instituciones sociales, públicas, privadas, y educativas así como también el contingente valioso de los medios de comunicación unido al núcleo familiar y social están inmersas en el compromiso solidario que contribuirá positivamente a erradicar este cáncer social llamado violencia.

Ante ello no podemos pasar por desapercibido el apoyo valioso de organizaciones mundiales y nacionales que sin ningún fin de lucro se han preocupado por enfrentar esta problemática general, dejando evidenciar su don de altruismo digno de felicitación. Asi mismo la participación activa del Gobierno Nacional que debe fortalecer aún más en forma trascendente y relevante espacios de capacitación y concientización difundida por los medios de comunicación a nivel nacional que se enfoque como eje principal el educar la mentalidad de niños, jóvenes, y adultos en una forma íntegra adherente a la generosidad humana, propiciando con ello impulsar en nuestro Ecuador un conglomerado social incorporado en una fuerza de paz y voluntad de reconciliación en la armonía diaria, mejorando las relaciones de subvención mutua y diálogos abiertos en el cual todos seamos participes sin ningún tipo de discriminación en este trabajo somos una solo voz de esperanza y transformación que tiene como eslogan “ NO A LA VIOLENCIA, SI A UNA VIDA DIGNA, PLENA Y FELIZ LIBRE DE AGRESIONES” influyendo siempre a no ser cómplices de la decadencia humana constituyéndose en un no a la violencia.