La Toquilla con Sazón Manabita: una historia de amor, raíces y sabor

Elaborado por María Abrigo

En una esquina soleada de Loja, el aroma de la albahaca y el maní se mezcla con el de los mariscos frescos. Cada plato servido en La Toquilla con Sazón Manabita no solo es un deleite al paladar, sino un relato vivo de tradición, esfuerzo y amor familiar. Este negocio, que comenzó en un humilde garaje, hoy se ha convertido en uno de los referentes gastronómicos más auténticos de la ciudad.

Ubicado en el sur del país, este rincón manabita en tierra lojana nace de la fusión de dos culturas: la fortaleza de los Andes y la calidez del litoral. “El sombrero de toquilla, hecho a mano con palma, representa tradición, trabajo y orgullo”, cuentan con emoción los miembros de la familia Ojeda Zambrano, creadores de este proyecto que lleva ya 13 años sirviendo sabor, historia y autenticidad.

El inicio: del garaje a los corazones lojanos

Todo comenzó en el 2012, cuando Raquel Zambrano, una manabita apasionada por la cocina, quedó desempleada. Lejos de rendirse, encontró en la adversidad una chispa de inspiración. Aprendió a cocinar viendo videos en YouTube y, junto a su hijo, dieron vida a La Sazón Manabita, su primer emprendimiento gastronómico desde el garaje de su casa.

Con un menú sencillo, pero lleno de corazón —encebollados, ceviches, guatas y banderas—, empezaron a ganar clientela. La respuesta del público fue tan positiva que decidieron dar un paso más grande: se mudaron a la Tebaida Baja, en la conocida esquina de la Av. Pío Jaramillo y Kennedy, donde consolidaron su propuesta durante nueve años.

De la sazón al símbolo: nace “La Toquilla”

El nombre actual no es casualidad. La Toquilla con Sazón Manabita refleja todo lo que son:

 

un homenaje a la cultura manabita, al trabajo artesanal y al espíritu de quienes se forjan con amor por sus raíces. “Queríamos que nuestro local refleje eso mismo: lo auténtico, lo hecho con amor, y lo que nos identifica como manabitas”, afirman.

Actualmente cuentan con dos locales en Loja:

  • La Toquilla Principal, en la Av. Eduardo Kigman y Gonzanamá (frente a Cabo Minacho), donde se encuentra la carta más extensa y trabajan los padres.
  • Toquilla Express, en José Antonio Eguiguren y 24 de Mayo, con un menú concentrado en platos típicos, atendido por los hijos de la familia.

 

Una carta con sabor a costa y corazón

Desde desayunos tradicionales como bolones, tigrillos, colonches y corviches, hasta almuerzos con viche de albacora, tonga manaba y caldo de bola de res, cada receta lleva la esencia del hogar. La frescura de los ingredientes, el sabor auténtico y la calidez en la atención han convertido a La Toquilla en una parada obligatoria para quienes extrañan el litoral o buscan nuevas experiencias gastronómicas.

Un legado que crece con cada plato

Más que un restaurante, La Toquilla con Sazón Manabita es un negocio familiar con alma. Cada miembro de la familia aporta su esfuerzo: la sazón de mamá, la logística del papá, el empuje de los hijos. “Es un negocio con sabor a casa y raíces profundas en nuestra tierra”, dicen con orgullo.

En tiempos donde los emprendimientos se enfrentan a constantes retos, este restaurante es un ejemplo de cómo la perseverancia, la identidad cultural y el trabajo en familia pueden dar frutos sabrosos… y duraderos.

Direcciones y contacto:

 

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