LA PATERNIDAD Y SUS CONSECUENCIAS EN LA SALUD MENTAL

¿Vives estresado desde que eres padre?, ¿Estar pendiente de las tareas, de la escuela, de la práctica de actividades deportivas, de los controles médicos, de una adecuada alimentación, de los cumpleaños que deben asistir, de acudir al inglés, de las redes sociales, etc. Te genera preocupación constante y te vuelve muchas veces más irritable que de costumbre, a veces piensas que estas a punto de explotar?.

El ser padres genera una serie de emociones, algunas positivas y otras que nos crean un sinnúmero  de preocupaciones, las cuales con el pasar de los años de nuestros hijos, en vez de ir disminuyendo, van aumentando. Provocando en los padres cuidadores una serie de situaciones asociadas con factores estresantes,  el sentirse estresado es una reacción propia de nuestro organismo  como respuesta  a situaciones que desborden parte de  nuestros recursos.

Hay diferentes factores que pueden ocasionar el estrés, como por ejemplo un trabajo no adecuado, problemas en las habilidades sociales, problemas económicos, o en algunas ocasiones los malabarismos que muchas veces los padres deben hacer en el cuidado y protección de sus hijos, el estrés excesivo puede dificultar el manejo de las demandas diarias de la crianza y afectar incluso las tareas más simples.

La salud mental de en los padres es un componente decisivo para el bienestar general de toda la familia, especialmente para el desarrollo de los hijos ya que a través del mismo se podrá ejecutar una correcta dinámica en el hogar.

A veces nos preguntamos cómo podemos liberar estas emociones asociadas al estrés, y no hay mejor manera que hacer sino es a través del autocuidado, y aunque parezca muy sencillo de hacerlo en la mayoría de las veces lo dejamos pasar por alto.

Un buen autocuidado es clave para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Una actividad de autocuidado puede ser tan simple como tomarse el tiempo para disfrutar de actividades cortas y sencillas. Sin embargo, esto debe ser planificado activamente y no dejarlo al azar.  Es importante agregar ciertas actividades al calendario, anunciar los planes a los demás para aumentar su compromiso y buscar activamente oportunidades para practicar el autocuidado, con el apoyo del entorno.

Para poder generar un autocuidado, es necesario tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Seamos amables con nosotros. Debemos reconocer que la crianza de un niño es difícil y complejo,  y saber que no existe un padre o madre “perfecto”. Convertir pequeñas prácticas en hábitos diarios lleva tiempo, y puede ser difícil al principio, así que ten paciencia. Intenta hacerte de un momento para el autocuidado en tu rutina diaria, aunque al principio sean solo 10 minutos, dando un paseo, haciendo ejercicio, buscando algo que te haga reír o escuchando tu música favorita.
  • Identificar lo que te hace sentir bien. Participar en actividades que disfrutes o ayuden a calmar tu mente puede hacer la diferencia. Esto puede ser tu «botón de pausa», donde te enfocas en una actividad, como respirar lentamente hacia adentro y hacia afuera, dar un paseo o simplemente apagar tu teléfono para tener un momento de tranquilidad.
  • Pedír ayuda. El autocuidado puede significar pedir ayuda a otras personas de confianza, como familiares, amigos o un profesional.   Podría ser algo tan pequeño como pedirle a alguien que te ayude con las tareas del hogar hasta abrirte sobre lo que te está costando.
  • Resolución de problemas Ante momentos difíciles, se hace más complejo ver de qué manera las cosas pueden mejorar. Por eso es importante recordar que las personas tenemos el control sobre diferentes aspectos de nuestra vida y que podemos generar cambios. La esperanza ayuda a concentrarse en el cambio, mirar hacia el futuro y buscar activamente soluciones a las dificultades que se puedan enfrentar.

 

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