La realidad en la que nos encontramos con los temas asociados con la seguridad en el país, es crítica, más aun en los últimos años, con el estallido de diversas formas de violencia que se originan en el ámbito familiar y continúan en la sociedad, han hecho que ciertas zonas del país sean controladas por grupos armadas donde reina el narcotráfico y el crimen organizado, el mismo que va avanzando a las diferentes partes del país.
Con todos los problemas de inseguridad que está atravesando el Ecuador en la actualidad, ha provocado cambios en la vida cotidiana de las familias ecuatorianas: cambios en la seguridad, la educación y la calidad de vida, a medida que la actual ola de violencia en el país va tomando ciudades a la merced de los grupos delictivos. Dentro de la población más afectada y vulnerada han sido los niños, niñas y adolescentes, quienes se han convertido en protagonistas directos de las violaciones de derechos humanos, en lugar de meros espectadores.
Cuando se trata de las razones de la existencia de la delincuencia juvenil, se deben mencionar los factores o condiciones que conducen a estos problemas conductuales y emocionales en los jóvenes, entre ellos:
- Los factores endógenos son factores que son innatos a un individuo y producen ciertos resultados al interactuar con el mundo exterior.
- Factores externos, que se refieren a factores relacionados con el entorno natural y creado por el hombre, como factores sociales exógenos que aparecen en la amistad, la política, la cultura, las organizaciones educativas, etc.
- Factores Sociales Es la importancia de los factores sociales entre los jóvenes porque están destinados a determinar sus creencias, comportamiento y valores porque se preocupan lo suficiente por los menores como para permitir que los niños obtengan asilo.
La violencia en el Ecuador afecta directamente la vida de niños y jóvenes, quienes experimentan diversas formas de violencia que afectan su desarrollo físico, emocional y social.
Un niño que ha sido reclutado por un Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) tiene un ‘salario’ de entre 2.000 y 4.000 dólares, en Ecuador. Un niño que ha matado a cinco personas, recibe a cambio una motocicleta, en Esmeraldas. Un niño que ha cumplido con la base de las extorsiones, obtiene un bono. Estos datos se desprenden de la investigación ‘Doble criminalización en los cantones considerados “altamente peligrosos” en Ecuador: un análisis in situ’, que fue presentado por Katherine Herrera Aguilar, consultora política en Seguridad Pública de Estado.
Hay quienes creen que los menores se vinculan a los grupos criminales por dinero. Pero no. Al menos no al inicio. “A ellos les interesa que alguien se preocupe, que les dé una guía, que les escuche”. Además, muchos de los niños tienen familias, pero que no están en sus hogares por diversas razones. Entonces, crecen sin una figura de autoridad, sin amor y protección. Detrás hay un patrón común: la pobreza.
El Estado, en su conjunto, tiene la responsabilidad de proteger, respetar y garantizar los derechos de todos y todas; el cual debe adoptarse con un énfasis especial y reforzado cuando se trata de niños, niñas y adolescentes en el contexto de conflicto armado, conforme se desprende del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
La Constitución en el numeral 1 del artículo 3 determina que, uno de los deberes primordiales del Estado es “Garantizar sin discriminación el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales (…)” considerando que, el numeral 3 del artículo 11 de la máxima norma nacional señala que “Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos serán de directa e inmediata aplicación por y ante cualquier servidora o servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte.”.
Lastimosamente en la práctica no se están realizando las acciones necesarias para erradicar estas formas de violencia que afectan a la sociedad en general, pero afectan de manera más directa a los NNA, debido a múltiples factores entre los cuales se puede mencionar la falta de recursos económicos, la limitante en políticas públicas de prevención, y un desinterés muy marcado por los representantes de las diversas instituciones que conforman el estado Ecuatoriano.