Elaborado por María Abrigo
Desde muy joven, Johanna Elizabeth Jiménez Torres supo que su camino estaría ligado al servicio, la superación y la construcción de un país más justo. Nacida en Loja hace 32 años, su vida profesional es hoy un testimonio de vocación, disciplina y profundo compromiso con la educación, los derechos humanos y el desarrollo social.
Formada inicialmente en la escuela 24 de Mayo y el colegio 27 de Febrero —instituciones donde brilló como abanderada, escolta y ganadora de concursos de poesía, dibujo y ciencia—, Johanna demostró desde temprano una capacidad académica sobresaliente. Su espíritu humanista y su liderazgo ya se perfilaban, representando a su colegio en festivales provinciales de oratoria y poesía.
Aunque su sueño inicial era estudiar medicina, la vida la condujo hacia el Derecho, una carrera que le permitió trabajar y estudiar al mismo tiempo. Con un puntaje de 970/1000 en el entonces examen de Senescyt, no fue el mérito lo que le cerró puertas, sino las limitaciones económicas. No obstante, su decisión de estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Loja marcó el inicio de un camino extraordinario: fue la mejor estudiante de su paralelo durante los 10 ciclos, graduándose con un promedio de 9.78/10.
Hoy, Johanna es docente de grado y posgrado en varias universidades del Ecuador: la Universidad Técnica Particular de Loja, la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, la Universidad de Otavalo y la Universidad Estatal de Milagro. Su trayectoria como educadora, que ya suma seis años, se caracteriza por un enfoque académico integral que combina lo técnico con lo humanístico. “Construir conocimiento va más allá de la teoría; es sembrar pensamiento crítico y conciencia social en mis estudiantes”, afirma.
Sus áreas de investigación se centran en el Derecho Constitucional, campo donde ha sido ponente y conferencista en universidades de distintos países. Además, es revisora académica de prestigiosas revistas científicas en México, Colombia, Perú y España. Esa presencia internacional refleja el reconocimiento a su rigurosidad académica y su compromiso con el pensamiento jurídico contemporáneo.
Pero Johanna no se detiene en las aulas ni en los espacios académicos. Como presidenta de la Fundación Dolores Cacuango, lidera proyectos sociales dirigidos a la niñez vulnerable y a la capacitación ciudadana en derechos y emprendimiento. “Es un espacio donde puedo devolver a la sociedad lo que he aprendido, sembrar esperanza en quienes más lo necesitan y fortalecer el tejido comunitario”, señala con orgullo.
Paralelamente, es una gestora cultural activa. Escritora y poeta, combina sus intereses artísticos con una profunda sensibilidad social. En su tiempo libre, cultiva pasiones que revelan su alma creativa: leer, escribir poesía, tocar guitarra, coser, cantar y disfrutar de la música clásica y la trova.
Actualmente cursa una maestría en Derecho Procesal Constitucional y una especialización en Política, Análisis de Redes y Big Data, convencida de que el aprendizaje es un proceso constante. Posee ya tres maestrías: en Derecho Constitucional (UTPL), en Derecho Procesal Penal y en Derechos Humanos (ambas por la Universidad Estatal de Milagro).
“Doy siempre la milla extra”, afirma con humildad. Y es precisamente esa entrega lo que ha hecho que sus estudiantes la valoren profundamente y que diversas universidades sigan confiando en su capacidad. “Me visualizo cumpliendo mis sueños, estudiando como siempre me ha gustado hacerlo. No me gusta hablar mucho de mis planes, pero tengo la certeza de que soy la favorita de Dios. Él conoce mis intenciones y sabe que no busco reconocimiento, sino servir.”
Johanna Jiménez Torres es ejemplo de que la perseverancia, la fe y el conocimiento pueden abrir caminos incluso en medio de la adversidad. Su historia inspira y reafirma que, con compromiso y amor por los demás, es posible construir un país más justo, más humano y más educado.
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