Elaborado por Domenica Tandazo
En las calles de Loja, donde el bullicio del tráfico se entrelaza con la rutina diaria, una figura destaca no solo por su uniforme, sino por la pasión y entrega que imprime en cada jornada. Katherine Elizabeth Maza Morocho, agente civil de tránsito de la Unidad de Control Operativo de Tránsito (UCOT), es mucho más que una servidora pública; es una madre ejemplar que ha sabido equilibrar con maestría las exigencias de su profesión con la dedicación a su familia.
Nacida y criada en Loja, Katherine ha forjado una carrera sólida en el ámbito del control del tránsito, desempeñándose con compromiso y responsabilidad en la UCOT. Su nombre figura en los registros oficiales del Municipio de Loja, destacando su participación activa en la gestión del orden vehicular y la seguridad vial de la ciudad .(Municipio de Loja)
Sin embargo, su mayor orgullo reside en su hogar, donde es madre de dos hijos. Para Katherine, la maternidad es una experiencia profundamente personal y emocional que implica sacrificios, como renunciar al tiempo libre para descansar o realizar otras actividades. A pesar de ello, considera que estos sacrificios son gratificantes, ya que el vínculo entre madre e hijo es único y especial.
«Ser madre implica amor, cuidado, dedicación y crecimiento personal. La enorme alegría y orgullo de ver a mis hijos crecer y prosperar no se compara con nada», expresa Katherine con una sonrisa que refleja la satisfacción de una vida bien vivida.
La influencia de su propia madre ha sido fundamental en su desarrollo profesional. «A mi señora madre le debo mi profesión; ella me brindó todo el apoyo necesario para cumplir esa meta y realizarme profesionalmente», reconoce con gratitud.
En su día a día, Katherine establece prioridades claras para equilibrar su vida laboral con la familiar, evitando sobrecargas y estrés. Aprovecha el tiempo de calidad disponible para disfrutar de actividades y momentos especiales con sus hijos, fomentando una comunicación abierta y sincera. «Disfruto de los momentos en los que tenemos conversaciones profundas sobre cómo estuvo su día, sus sentimientos y pensamientos. Esto fortalece nuestra relación y fomenta un sentido de conexión y confianza», comparte.
Mirando hacia el futuro, Katherine aspira a seguir siendo una fuente de apoyo y orientación para sus hijos, enseñándoles valores y principios importantes que puedan poner en práctica. «Quiero disfrutar de nuestra relación, crear recuerdos felices juntos y seguir trabajando para construir un futuro brillante y feliz para ellos», afirma con determinación.
La historia de Katherine Maza es un testimonio inspirador de cómo la dedicación, el amor y la resiliencia pueden converger en una vida plena y significativa. Una madre que, con cada paso que da, ya sea en las calles de Loja o en su hogar, deja una huella imborrable en quienes la rodean.