Cuando la ciudad aún duerme, a las 5 de la mañana, Christian Valarezo ya está en movimiento. Corre con disciplina, determinación y propósito. Este lojano no solo entrena por pasión, sino también por vocación: es bombero, y el atletismo se ha convertido en un pilar clave para su salud, su eficiencia laboral y su equilibrio familiar.

Con apenas dos años en el mundo del atletismo, Christian ha demostrado que la constancia supera a la experiencia. Su mayor logro hasta ahora lo consiguió en la exigente competencia nacional “Balos de Agua Santa”, una prueba reservada para cuerpos de emergencia que combina peso y resistencia. Allí, Valarezo enfrentó más de 700 escalones cargando equipo de bombero, una hazaña que puso a prueba no solo su condición física, sino también su fuerza mental.

“Este deporte me ha ayudado a organizar mejor mi vida, me hace más eficiente tanto en el trabajo como en mi rol de padre y esposo”, cuenta Christian, quien encuentra en su familia el motor que lo impulsa a seguir superándose día a día. El apoyo incondicional de sus padres, su esposa e hijos ha sido fundamental en cada paso que ha dado.

Aunque su camino en el atletismo apenas comienza, sus metas están claras: quiere representar a Loja y al Ecuador en competencias de alto nivel. “Ese es mi sueño, y estoy trabajando para alcanzarlo”, asegura.

Christian Valarezo no corre solo por marcas o medallas. Corre porque sabe que cada zancada lo acerca a una mejor versión de sí mismo, a un mejor servidor público y, sobre todo, a un mejor ejemplo para su familia y su ciudad.